Adivinanza
no es
el príncipe silencio de la nieve naciéndose torrente
no es
la red cardíaca del sexo recién pulsado que ya de nuevo te busca
es (quizás)
la ruina virgen ajena aún a la dignidad de la amnesia
o la sede nacional del ahora entrópico
o el tedio que hace callar a la agonía con dedos
sin huesos
o el agotamiento de los oídos
o el desfallecimiento de la piedad
no es
será el horizonte de la piel tibia
no es
será porque no puede no ser
ni puede acabar el aire en un quebrarse que no anuncia nada
no es
será el recobrar gozoso la memoria del árbol que olvidó mostrar
la sombra
Lo de menos es lo que es o no es. Lo de más es la hermosura de los versos. ¡Me gusta!
ResponderEliminarMuchos abrazos, Luis.