mi
lengua azul de bosquimano habita
el
poema desierto de tu cuerpo
cartógrafa salvaje mi lengua
bosquimana
azul -nómada tiembla en las arenas húmedas
del sur constelado
y
trae tu cuerpo cartas bosquimanas
hermosos
sellos animales
un
lagarto que mira verde
la
serpiente huyendo en el agua
humedad
de sal y saltamontes
mi
lengua azul de bosquimano
en la
tarde la piel combate
el
sol
se
alía con el viento
narra
un tatuaje enmascarado
palabras
estilo
indirecto
lo
intraducible
lo
demás, incluida la reflexión, es la herrumbre que acompaña
al diamante
un equívoco
Imágenes_ Gregory Colbert: Ashes and Snow
Lo que me gusta este arranque bosquimano, Luis. Mucho. ¿Habremos sido todos antes bosquimanos? ¿O volveremos a serlo? Dejémoslo. Es el poema lo que ahora (me) importa. Te felicito. Incluso en el equívoco donde habita la belleza de las palabras.
ResponderEliminarMuy amable, Fackel. Interrogas sobre si fuimos o volveremos a ser bosquimanos. ¿Das por hecho que no lo somos? Es "bosquimano" palabra que deriva del africaans y que no integra grupos étnicos diversos. Los hombres del bosque, sin embargo, es expresión hermosa...
ResponderEliminarBosquimanos no sé si somos, no sé, pero hombres del bosque sospecho que en absoluto, salvo que veamos nuestros bosques en otra dimensión, en la que el árbol, el ridículo árbol -con todos mis respetos al árbol materia, planta- al que se aferra cada cual desaparezca para permitirnos mejor y mayor visión.
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