domingo, 24 de junio de 2012


en el confuso estilo


como cuchilla que acaricia las venas de la mala nostalgia
percibo el billete del autobús que tomaba para bajar a la barriada

Un tique pequeño, quizás un 5 x 2, en el que minúsculas letras negras prohibían pérdida o rotura
- - - amenazaban las hormigas con la condición institucional del emisor

Sin alusión al trayecto
válido para cualquier trayecto


*****

Cuando el billete era de ida y vuelta estaba cruzado por una línea roja.
Cuando el billete era de ida y vuelta había que guardarlo y protegerlo con la vida y el recuerdo.

Garantía de la posibilidad del regreso,
balsa para la huida del lugar que amamos.


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