El Ruido bloquea cualquier tentativa
de Percepción y Sinceridad. Todas las palabras que salen de mi boca
saben a falso, aunque no sepa yo ya discriminar tal cosa y actúe por mero impulso o vago recuerdo, porque han sido maceradas en la bilis negra
precocinada que me suministra, en dosis precisas, los entramados del
Ruido. Ellos me enseñaron la gramática con el objetivo de ser un
funcionario (aunque sea en la sombra) y ahora mismo posiblemente esté a su servicio. En otra época yo hablaba de las pequeñas
percepciones con las que aliviamos nuestra sed de sinceridad,
compromiso y eso que antaño se llamó la comprensión de lo real y
el entramado del sentido. Sin embargo esas pequeñas percepciones son
los peones de ese Algo Peor que nos anuncia la pErcepción . Si observamos
anatómicamente su figura, las formas de esas pequeñas percepciones que consideramos nuestras gotitas de saber y hasta experiencia, contrastamos que han sido sodomizada por el
Ruido, dejándonos sin puerta atrás para ulteriores fugas.
Así las
cosas, la crisis de las artes y los saberes seguirá siendo tema y
campo abonado para inventar nuevos movimientos postreros. A veces el odio sustituye, sin más, a
las pequeñas percepciones que llevan masturbándome mil años. Quizás sea lo que nace caminos de hiel.
La ironía y el sarcasmo provocan una
extenuación cultural sin precedentes aunque consiguen hacernos sentir más
sabios. Nos consuelan en el vacío de los Templos y la soledad de las
Comunidades.
.... y así lo decimos....
.... y así lo decimos....
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