The dream speaks: Descending Light, 2007
1.- De la imperiosa necesidad del arte como broma.
"...superando su contingencia fenoménica, en correspondencia contrafáctica con la necesidad de un sentido de la vida que supere la contingencia"-- dice Franz Koppe a propósito del discurso estético.
Esta lucha por el matiz que deja la cosa misma en suspenso y al rato nos devuelve perplejos a un ligera variación del estado inicial; este saltar de los delfines de la comprensión (de cuya estela sólo queda la huella de una lágrima en el rostro y la misma negritud del mar); este juego de malabares para tantos, es lo que sin duda me sigue gustando del decir de los filósofos. Por lo demás sigo distante respecto a la tribu.
Dicen: la poesía es el libro de instrucciones para la vida que ésta, de suyo, se niega a imprimir. Puede extenderse al arte todo la apreciación y, si te esmeras, cariño, podemos dejar que las ondas de esta bonita pretensión llegue como espuma hasta todas las actividades de juego: el amor, el sexo y la conversación (que otras novias no concibo).
Señor, soy un ateo tan asqueroso, tan profunda e infernalmente ateo, que me hundo en la contingencia como el cerdo en el barro y toda pretensión de sentido, toda ilusión de libro de instrucciones me hace sospechar engaño. Esa es la mitad del secreto bicéfalo (la crisis de la modernidad en su versión portátil para almas pusilánimes). Aún así sufro horrores porque me dejo engatusar en cuanto alguien llama a mi puerta y me enseña la patita conversacional (es esta la otra cabeza de la tortuga, una muy antigua resaca devocional que palpita entre el vicio y la esperanza ironizada ante la llegada del otro).
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2.- Semana larga. Violencia. Muerte (ella murió porque finalmente el hígado se convirtió en el dios justiciero del antiguo testamento. La vida pasa factura, se repetía en el funeral, en medio del dolor, no como justificación del mal sino como odio que no se atreve a dar a luz el impulso deicida, odio a la ausencia de final feliz y al no cumplimiento en la vida de la obra de arte -- ese superar la contingencia fenoménica "en correspondencia contrafáctica con la necesidad de un sentido de la vida que supere la contingencia". No hay perdón de los pecados, ni amor cósmico ni polvo estelar de reconciliación. Hay un horno crematorio en el que penetra el ataúd y mi tío, a mi lado, acordándose de Hitler y los judíos, como una broma contra toda la seriedad de la historia, del arte y del saber estar en un acto fúnebre).Semana larga. Violencia. Muerte. Canto coral. Soy el grito de Munch en medio de un festival de amabilidad y sonrisa. Una foto, milagrosamente, me refleja con la cara distorsionada. Me veo en lo que era por dentro, en la verdad de mi contingencia en el escenario. Sin embargo, todo el mundo sabe que esa imagen debe ser negada porque es un extraño error de la luz.
Es decir: esa superación de la contingencia fenoménica ( en correspondencia contrafáctica con la necesidad de un sentido de la vida que supere la contingencia) sólo puede aparecer por error.
Sólo se puede ser feliz por error.
¿De quién?
La naturaleza comete errores y en el pliegue del error se revela la pistola suicida y la pluma de las cosquillas.
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3.- Semanas sin expectativas para la próxima semana. Como si todas las semanas fueran la misma semana y el reloj biológico se hubiese convertido en funcionario.
La contingencia y la necesidad de aprender a reír para que corra el tiempo.http://freeaiweiwei.org/
la tribu traza un cordón sanitario con invariable forma de línea recta. vos te quedás afuera, en la exterioridad salvaje. los profetas te exilian, la máquina de disciplinar te hace chás-chás en la cola, la policía discursiva se distrae con tus dos cabezas.
ResponderEliminaryo también me dejo engatusar, ay ... con los gatos que me ofrecen su "patita conversacional" (ya adopto el giro, completamente descentrada).
a veces me consuela pensar que seré humo saliendo de una chimenea y que alguien estará allí para hacer un chiste o mirar el reloj y desnudar mi tremebunda contingencia.
besos en tu frente dorada, desequilibrada en exceso del que invariablemente quiero más.
la palabra del pájaro llega como mesura, arco meridiano, carta de navegación, sextante o gps sin satélite (o sólo el satellite of love de lou reed)
ResponderEliminardesde el exceso de aire, convierto tus minúscula en rosario o fila de hormigas rojinegras
Gracias
No te conozco pero sigo tus palabras y hoy me apetecía recomendarte una canción que pienso que no cura (del deseo persistente y de la implicación material) pero en fin, hace la existencia más bella (intención)
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=0qdM8WdTfH4
No era ese el enlace y me hace reír. Escribir a un alguien sin entidad es extraño.Y equivocar la intención me hace pensar en Freud, en fin este es:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=rXbx8Ygj7WA
Gracias por ser anónimo y seguir mis palabras. Gracias por la canción - que ahora escucho. Te juro que, en todo caso, tengo entidad: la de las palabras que enlazo.
ResponderEliminarSalud y ente