Messidor (Alain Tanner, 1979)
No puedo, para el viaje,elegir el momento:solitario en la sombrahe de encontrar mi norte
(W. Müller: Buenas noches)
Jeanne y Marie.
Esperando el verano con una pistola en la guantera. Una pistola es símbolo que da miedo a los gilipollas que no saben tener la mano sujeta a la polla y hablan con ésta como si fuera una lengua franca. Una pistola es un pene de acero para cerrar categorialmente al macho en un taller postfeminista y, como accesorio de temporada, culmina en absurdo el largo paseo de estío de aquel que ya no desea volver a casa.
Salirse por la tangente.
Extranjero he llegado
extranjero me voy.
(...)
¿Cómo iba a quedarme
hasta que me expulsaran?
¡Que los perros aúllen
en la puerta del amo!
(W.Müller: Viaje de invierno)
Las hermanas Messidor.
La pistola abre puertas en el cráneo y ayuda a aliviar la tensión que provocan el tráfico intenso, los aviones que vuelan bajo o la perspectiva de una madre esperando en casa. Las hermanas Messidor esquivan camiones y vehículos utilitarios habitados por seres de otras galaxias. Los coches fluyen por las autovías en espera del accidente y las dos mujeres hacen autoestop como quien monta en el tren de la brújula loca. Convierten el mundo en parque temático del nihilismo. Es divertido.
Las convulsiones de finales de los setenta. Nihilismo aprendido en la televisión; no necesité a Nietzsche.
"Dejarse llevar" por la situación inesperada que aparece. Sientes que te han forzado a recorrer un tiempo y un espacio vacíos, que el aburrimiento y la ausencia de futuro han dejado hace dos vueltas de ser metáforas. Y este maldito tráfico. Eliges salirte por la tangente insistiendo en la tara. Saldrás herido al final de la batalla y no podrás presentar facturas. Nadie entenderá dónde estaba la ganancia ni podrá explicar la atracción del riesgo inútil. Ni siquiera podrás sentirte orgulloso por haberlo intentado porque, en el fondo, sabes que simplemente te dejaste llevar, como el suicida que juega con la pistola a la ruleta rusa.
Abandonas las autopistas y recorres el campo con la compañía inesperada, la que el azar ha puesto en el marco de tus huellas. Os habéis reconocido por una sonrisa y unas ciegas ganas de juego. Inicias el viaje de invierno en el mes de Messidor para aprovechar los cielos estrellados y los caminos de la luna.
Al final la amiga dirá que ya no hay más camino y los policías del rencor te encarcelarán en un sueño.
Y escribiré en la entrada,
al partir: ¡Buenas noches!
para que puedas ver
que he pensado en ti
(W.Müller: Viaje de invierno)
Schubert: Gute nacht (Winterreise) por Danielle Borst
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