jueves, 17 de marzo de 2011

Push *** Winter´s Bones*** Write, write *** writer´s winter *** Winterreise

05:32. Es jueves y enciendo el  calefactor de aire para que se temple la mañana. Me gustaría tener astillas recortaditas de la tarde anterior, troncos  y cerillas para construir  un  fuego sobre el  suelo nocturno poblado de espectros muertos de frío  y preparar a su vera el té rojo y arrojar la piel del plátano en el centro de la llamarada.  A veces, en medio de la batalla, me gustaría ruralizarme y habitar mi poema en "los paisajes desolados próximos a las montañas de Ozark, en la topografía áspera de Missouri". Vestir siempre ropas viejas de faena.Como un gato escaldado o un perro tuerto, pensar poco y empujar a tres patas la roca de la miseria. Creo  algunas veces que la época del hambre, icono salvaje que con tanto ahínco mi padre tatuó  en mi alma, es mi lugar natural, mi heimat. Soy un salvaje de la miseria que, por circunstancias de la vida, se ha amanerado y bebe té y escucha a Schubert en el viaje de invierno. Mantengo la esperanza de que el mundo y la historia me renazcan cualquier día en la tierra sagrada que papá me dejó en heredad.

Ayer vi Winter´s Bones empujado por el relato de Manrique -Marturet (crítica precisa y atenta que, sin embargo, no he leído hasta esta mañana, tras el visionado, y no por miedo al contagio sino por azar o pereza). Mientras contemplo un "estudio de árbol de las montañas Catskill", me amargo en la conciencia de que no sé disparar un arma  y debería aprender. Saber usar el bastón y la navaja, romper una botella en la mesa para fabricar un tridente. Ya saben: debería aprender a hacer cosas premodernas para llenar mi alforja de competencias en este año 2011, el año del Gran Anarko como dije en el otro sitio. Me siento con fuerzas para desollar un ardilla (ya lo hice hace años con un rata) pero cortar las manos de papá para justificar la continuidad de la casa familiar se me hace complicado. Sobre todo si papá descansa en el fondo del río turbio. En mi favor confieso que casi sé manejar la sierra mecánica y que me excita el olor a la gasolina y el humo que desprende.Pero sólo he cortado maderas carcomidas. Me gusta el aparato pero me canso enseguida. Soy un salvaje enfermito, ya dije.

No estoy aún preparado para retornar a la supervivencia de la vida profunda, sin luz eléctrica ni caridad cristiana. Me caliento  viendo los árboles dibujados por Friedrich o  Durand como una señorita romántica. Me falta músculo para empujar a los espectros del invierno con brutales golpes de cadera.  Ellos me entretejen como si fuese la esposa común de la pandilla borracha de los fantasmas. Sueño con la primavera; no me quejo del invierno.

 Quizás me deje intervenir socialmente por el gobierno federal. No es descabellado pensar que mi agotamiento precise de un educador o un terapeuta. Ayer hablé con A. sobre P. Quedamos en  un subterráneo lleno de olor a soviet burocrático y, para ser infierno y lugar para firmar pacto, me desilusionó un tanto. Con su barbita mefistofélica me dijo que no estaba aún todo perdido (por P) y que la "enorme dulzura y bondad"(de C) merecía el esfuerzo al que él se ofrecía de todo corazón y con su sapiencia de padre del sentido común. No vomité ni expulsé sapos en la homilía, prueba añadida de que quizás sí necesite ser intervenido socialmente. Estoy flojo. Vivo como en un  constante invierno y, por eso, acaban riéndose de mí las ardillas. Me dejaré intervenir socialmente después de ir a la peluquería y arrancarme la mugre de las uñas. Me quitaré la ropa de faena, solicitaré mi ingreso en los marines (porque sé que seré rechazado). Desearé ser un chica de 17 años que corta las manos a su padre envuelto en las frías aguas del  río ciego (como la protagonista de Winter´s Bones).Sé que todo es vano y que la violencia resuelve muchas cosas.Pero todo es muy líquido en la época y está prohibido el fracaso si no se televisa(al menos grabado en móvil).

Y esta es mi realidad profunda a las 06: 58.

3 comentarios:

  1. vuelvo a escribir el comentario que el matrimonio Blogger borró. ay, les encanta borrar.

    no me fiaría de la dupla Manrique-Marturet. o sí, por una sola razón: que es una combinación extraña. ella trasnocha destripando las ideas como ardillas y en la tarea se le van las vísceras. él detecta el centro radioactivo de la idea, sin destripar y sin eviscerarse.

    algunos cortamos las manos de nuestro padre y es más duro que matarlo simbólicamente, en sentido freudiano. lo hacemos por mano propia y sin auxilio de la bruja del bosque. al menos Ree Dolly puede alegar en su descargo una motosierra ajena. mi padre también me legó "la época del hambre" y a esa melancolía dolorosa le declaré una invariable ternura y, fnalmente, la guerra. años con ropa de faena para no sentirme mala. a veces pienso que la ropa de faena fue diseñada exclusivamente para aniquilar la culpa, esa partera de tormentos y taras.

    yo voy por el té verde, porque dicen que fortalece mi sistema inmunológico. debiera escupir y maldecirlo, considerando las temporadas de hospital. debiera tragar y dar las gracias, considerando que esas temporadas hubieran podido ser más largas, todavía.

    también estoy en estado de invierno mental. a veces nieva y me gusta. a veces nieva demasiado y me paraliza. externamente, el sol me resulta, como a Woody Allen, la cruz de mi existencia. odio los envoltorios brillantes y el sol envuelve todo para regalo.

    ni intentes someterte a la intervención del gobierno federal. te destinarían a la sección de Criaturas Experimentales y terminarían por bajar los brazos, desconcertados.

    es razonable que Fausto merodee los subterráneos. quizá sea uno de los últimos espacios donde pueda habitar la literatura de pactos de esta especie (para pactos de otro linaje está la ciudad entera).

    sí, el Gran Anarko debiera ir hacia atrás. hacia la era donde reinaba el olfato, antes de que la vista le arrebatara el gobierno de los sentidos. todo para evitar la atracción del órgano sexual ajeno en el mismo plano. como si en cuatro patas no pudiera olerse mejor, la vida entera.

    esa imagen, la imagen del final, la he visto, sé que la he visto. me sumerjo y floto boca abajo en la memoria, tirando del hilo del recuerdo ...

    te abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  2. P.S.: la imagen bien podría ser, ahora recordé, de Stephanie Cinelli (una imagen gemela de "You're important"). y está elegida en sintonía fina, finísima, con el texto.

    ResponderEliminar
  3. Me dejas llenito de orgullo por tu larga nota, pájaro del abrazo fuerte. Y he llegado a la conclusión, sin necesidad de terapeuta, que mi cura pasa por el orgullo en el otro que está ahí junto a mí. No entenderás la densidad que tus palabras adquieren al ser degustadas por mi boca-alma.

    Adoro tu fidelidad a la sintonía que chispea hace ya muchos meses. La fidelidad a las sintonías es una de las pocas cosas que quedan en el era del gran Anarka que se inicia con fanfarria de payasos. Cortar manos para salvar un tendedero oxidado o una madre loca o un hijo que te escupe hijoputa. Mirar. Fijarse. Sentarse con la fidelidad a las sintonías - pocas - y esperar hasta que llegue el momento del abrir las fauces y bostezar o provocar un tsunami.

    Es lo que desearía. No sé si tendrá lugar

    Un abrazo fuerte

    ResponderEliminar

 Río Saja Si de la escritura restara   todas las mierdas de mi vida, la queja y la decepción frente al destino, el maldito yo en su aspect...