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Queridos Reyes Magos:
en el año 2011 he sido un niño malo pero considero que mi acto de sincero reconocimiento es merecedor (así reza el convenio) de un regalo por su parte. Creo que todos los niños tenemos que tener un presente y no puede haber un hogar sin lumbre ni sin pan. Al fin de cuentas - pues de hacer cuentas se trata en este tipo de cartas - todo presente de oro, incienso o mirra que me dé fuerzas para los próximos meses es ejercicio de inversión por su parte (si lo que pretenden es que en el 2012 consiga al fin que la bondad llegue a mi alma). De más niño era bueno de veras y mi abuelita Victorina me decía que no debía serlo porque me sacarían los ojos y me mearían en los huecos. Qué bárbaro, majestades, descubrir el origen de mi ceguera y de ese escozor de la mirada fantasma que me posee. Así, si no puedo elegir correctamente entre dios, el diablo y el don´t know que dice Shrigley en su dibujo, es por un tara que otros crearon de manera cruel.
Después de la paz para el mundo - deseo que comparto con tantas gentes que me sonroja de emoción - quisiera que sus majestades me trajeran las siguientes bendiciones:
Fuerzas para encontrar al que me arrancó los ojos y buena educación para pedir que me los devuelva "estén como estén".
Voluntad para vencer a los que me vencen a diario aunque sea bajo la forma de estúpida resistencia. Si no queda fuerza en sus almacenes me pueden seguir proveyendo de pastillitas de colores y disfrute en la escritura.
Inteligencia para renovar el estoicismo. Me propongo para el año entrante cerrar la puta boca(huy, perdón) a la carcajada que el mundo me vomita. Quiero que el mundo sonría, sobre todo a los niños y a los crustáceos. Al menos que deje de ser tan escandaloso en su actitud bromista. Si nos tiene que sodomizar y le exige el guión (de dios o del diablo o del don´t know) que no nos muestre la cara, enmascarado con esos pasamontañas de cuero que se usan en el SM , desearía que al menos nos dijera que nos ama y que nos hace lo que nos hace porque él tampoco es dueño de sus instintos o de su destino.
Necesitaría un poco de idiotismo y algunos cuadernos reglados con paralelas de 1 cm.(como los de la caja del círculo que me regalaba el tío Daniel y en los que leía aquella frase que marcó mi vida: familia que ahorra, familia feliz). Ambas cosas me resultan necesarias para poder pasar a limpio mi obra completa y hacer saber al mundo que, a pesar de su mal comportamiento, le sigo queriendo en la sombra y que no pediré ni justicia ni venganza si logro encontrar al que me arrancó los ojos. Los quiero aunque estén desinflados y cataráticos , grises y con el cristalino más duro que el pene de un actor porno ahorcado. Es bueno que la gente que palpita sepa que soy un alma sensible.
En fin, si sus majestades optan por otra vía de dones, los aceptaré gustoso porque ya he dicho que quiero renovar el estoicismo, lo que para el caso significa dejarlo como está.
Un beso en sus manos donadoras
El niño L
El niño L
PD. Dejaré a sus majestades una copa de coñac Terry y leche para los camellos. La chica del caballo - Nico, dicen - no pueden adoptarla porque tiene una carrera discográfica pendiente
¡Hola!
ResponderEliminarImpresionante, la carta. Espero que los reyes magos te traigan todo lo que has pedido. Mila.
Ah, Mila, y luego aparece el problema de que los propios deseos se cumplan!!!
ResponderEliminarEstimado L, me apunto a la petición del estoicismo, lo quiero en grandes dosis, que mucha falta me hace. No sé si seremos legión quienes lo pidamos, no sé. Me aterra pensar que, con la demanda masiva, no nos llegue la dosis necesaria. Pero, como indicas, siempre están las pastillas y, sobre todo, las letras, los sanadores mundos que las palabras construyen y nos amparan, al resguardo de todo lo que cae y caerá.
ResponderEliminarMe gusta tu carta, el espíritu niño que aún es capaz de escribir a los Reyes Magos, la ilusión de los deseos. Mas sé que no te engañas, pues tú mismo indicas que la posibilidad de cumplimiento de los deseos, y ya es muy sabido eso de que hay que tener mucho cuidado con lo que se desea, no vaya a ser que se haga realidad.
Un abrazo afectuoso y hasta un beso, que, poco a poco, te voy cogiendo confianza.
Ah, te deseo lo mejor para el 2012. Qué sea lo mejor, lo determinas tú mismo, que cada uno conoce sus aspiraciones.
Reitero abrazo y beso.
Querida Isabel: mienten los que dicen que los reyes magos son los padres. Después de esa mentira nos tragamos todas las demás y así le va al mundo en materia de artes plásticas y habitaciones poetizantes. En fin, lo dicho, que nuestro reciente encuentro sea fructífero y que las letras fluyan hasta que la piel se nos convierta en cordillera de placer y fuerza de caparazón.
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