martes, 21 de febrero de 2012

Indicios de delito (003). Eso debe de ser



El comisario Espinosa olvidó en el cajón algunos de sus dibujos. Era un buen retratista, capaz de captar, a partir de las confusas descripciones de los testigos,los rasgos más relevantes del sospechoso. Espinosa era mejor que el Facette porque sus imágenes tenían las claves del alma del criminal. Eso es una solemne tontería, Fernández - me habría dicho el comisario. Digamos que sé subrayar y orientar la búsqueda con mis retratos. La verdad es que muchos denunciantes sólo recordaban a sus agresores con claridad después de ver los dibujos de Espinosa. Revisando estas láminas olvidadas, he encontrado una en la que se ve el rostro de una mujer y, en el borde inferior, un nombre: Nadia. En la parte de atrás, escrito también con la grafía del comisario, una anotación: Julio de 2010. Esta es nuestra casa, Nadja. Nadia-Nadja. No he olvidado el caso del hombre que se cortó la venas en este mismo lugar. Desde luego el caso nos trajo de cabeza algún tiempo, no por lo que pretendía denunciar (la desaparición de la mujer fantasma) sino por su ocurrencia de abrirse las venas en el despacho del comisario cuando éste se echaba la siesta. Los hechos tuvieron lugar, si no recuerdo mal, el 2 de agosto de 2010. Un mes después de la fecha que aparece en el retrato de Espinosa. Por su puesto, nunca existió el caso de la desaparición de Nadia. La policía no busca fantasmas - solía decirme el comisario. La mujer era únicamente un nombre y una confusa historia. Por eso me ha llamado la atención este dibujo. La intuición del comisario con los retratos, ¿tiene algún sentido?. El dibujo me inquieta.Nunca hubo descripción de la mujer supuestamente desaparecida. Sin embargo, siento en el dibujo una fidelidad a algo. No sabría decir a qué.

Creo que echo en falta al comisario y hoy me siento especialmente melancólico. La sinceridad del dibujo que yo percibo, no depende de la modelo - esa mujer fantasma - sino del aprecio por el artista, por la amistad y el compañerismo que nos unía. Eso creo. Eso debe de ser.

5 comentarios:

  1. Los ojos de las ballenas me resultan inquietantes. No las he visto nunca de cerca, pero sí en muchas fotografías. Y las postales de Nadja, son conmovedoras. Me remueve esa forma, la verdad; como si se fueran clavando poco poco o tallándose a modo de cincel, a modo de escaras de piedra que saltan.

    Sabes, la manera de esta historia me recuerda de repente al húngaro y "La mujer justa" no el contenido sino no sé, me vino a la cabeza ese libro mientras leía esta y las otras dos postales.

    Curiosamente en todos los corazones parece haber una Nadia, y también un lugar que ya no ocupa Nadie

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  2. Eso debe ser, L., porque el dibujo es precioso.
    Me gusta el comisario y Nadia (¿nadie?).
    Melancólico y hermoso el texto.
    Un beso.

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  3. En todo caso performance de una especie. Las familias de este género usan la danza de su daga para rasgar la máscara de su sueño. El velo mantiene en vilo el precipicio para ver con otros ojos. Adiestrar la siniestra. Ser testigos de la propia destrucción como en un carboncillo de Rembrandt. En todo caso no podría acusar a Nadia hasta que la viera deambular por el salón precisando no como una alucinación sino como un guiño constante a aquello que no existe dentro del elemento humano. Los dibujos olvidados del comisario Espinosa son excelentes. También echaría en falta una persona como él.
    Tu relato es embellecedor.

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  4. Paralelo 49: los ojos de la ballena amenazan de un modo raro, conteniendo una violencia involuntaria detrás de su lágrima. En el inicio la ballena blanca apareció como ilusión tras los cristales y me dejé llevar por la fantasía de esas ballenas que aparecían en los libros infantiles, sonriendo y echando chorros de agua(una ballena casi esférica). Luego la ballena rompió las lentes de mi entusiasmo y la ballena ya fue más Moby Dick (lo que era de suyo) y se me rasgaron los ojos. Quedó finalmente esta carpeta del cuaderno de la ballena blanca y mola. Gracias por la lectura. En todos los corazones hay una Nadia a la que amar, a la que olvidar, a la que odiar. A veces Nadia es hueco y, aunque notemos su corriente, es mejor dejarlo así. El nombre de Nadia, en ruso, parece que alude a un apelativo cariñoso para Esperanza. Por eso, replicando tu frase, en todos los corazones parece que hay una esperanza (o esperancita) y un lugar en el que ella ya no rige.

    Isabel: me gusta que te guste el cambio de registro narrativo. La verdad es que la construcción de personajes me resulta interesante y me libera de ciertas neuras de estilo que me lastran. Me acompañan esas gentes. La historia de estas personas en torno a Nadia es curiosa y da lástima que acabe con una cuarta entrega. Me sorprende el modo en que Nadia ejerce poder y se filtra a través de emociones muy diversas (desesperación depresiva, intuición cegada, melancolía, miedo....)

    Como curiosidad, la imagen del 002 es un detalle de una escultura de la catedral de Bamberg, en Alemania, que representa a la Sinagoga (por eso la venda en los ojos). La imagen de 003 también es de Bamberg.

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  5. CC Rider: Nadie puede acusar a Nadia porque, como diría Espinosa,no son imputables los fantasmas. La responsabilidad - madre de todas las batallas - se relativiza, como bien sabe el (buen)policía, aunque la tal Nadia existiera y sedujera a toda la familia humana. Los entes que generan un aura fantasmal acaban siendo siempre inocentes.

    Saludos

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